Confesiones:

Confieso que:
Aunque quiera evitarlo, pienso todas las noches en él.
No puedo evitar tener la esperanza de que algún día todo se arreglará
A veces me gustaría que los sueños en los que él me pide perdón fueran realidad.
He llegado a avergonzarme de mi misma por los rumores que hay sobre mi.
De repente extraño momentos que viví junto a el.
Vigilo cada uno de mis movimientos para que el no note que pienso en el.
Me siento terriblemente incomoda en mi nuevo puesto, pero por alguna razón que no comprendo, no me quiero cambiar.
Su voz y olor provocan una tensión horrible en mi y no puedo actuar con naturalidad cuando está cerca.
En mis momentos de soledad y profunda tristeza, siento la necesidad de un abrazo suyo.
Lloro seguido por él, y me gusta torturarme escuchando canciones que me recuerdan a el.
La única razón por la que me gusta la canción "mi historia entre tus dedos" es por la escena del bus.
Me paso mil rollos por hora en los cuales solucionamos todo y termino llorando y abrazándolo.
Cada cosa que veo me recuerda a el.
Si me siento mal cuando no hago deporte, es porque es la única actividad que me distrae de pensar en el.
Me pregunto constantemente si el pensará en mi.
Cuando veo peliculas, mi inconsciente las compara con él.
A veces me pregunto como hubiera sido todo si el fuera bueno.
Disney y las razones de mi forma infantil de actuar, son mi forma de escapar de la realidad.
Si a veces abrazo muy fuerte es porque necesito más que solo un abrazo.
Si me sufro mucho por las cosas, no es porque exagero, si no porque tengo todas estas cosas ocultas dentro de mí y salen cuando me pasa algo malo.