domingo, 24 de junio de 2012

Papá

Y en tus ojos inyectados de rabia descubro que te amo y en un desesperado abrazo descubro que me amas también, no quiero que sufran más por mi, y entre la locura y la rabia, entre los gritos y el llanto, nace la tan ansiada paz de esta casa, y nos miramos a los ojos llenos de lágrimas y descubrimos que nos queremos,y que no estamos tan locos como creemos y es que a veces es necesario gritar para encontrar el silencio.

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