A veces el sol se pone, y lo extrañas, sientes frío y quieres refugiarte bajo miles de sábanas que sabes que nunca te darán el mismo calor que aquel astro brillante, te sientes congelar y abrazas a tu peluche, no es lo mismo, añoras esos rayos cálidos, que recorrían cada rincón de tu piel, no es lo mismo, no es lo mismo, quieres deshacerte de esas sábanas sucias, te ahogan, no puedes respirar, no te dejan salir, pero sabes que es lo mejor, así que en un movimiento brusco te escapas de aquel calor artificial y corres a la ventana a buscar tu sol, pero no está, dónde está? es invierno recuerdas, apoyas tu cabeza en la ventana húmeda y observas como tu aliento se condensa en ella, sonríes, el invierno también es bonito, no necesitas ver el sol para sentirte bien, entonces respiras, tu corazón se calma y bajas a buscar un poco de chocolate caliente, hay que aprender a vivir frío