Tengo rabia, y es esa rabia que antes no había sentido, esa rabia que poco a poco se vuelve lástima, me doy lástima, porque he vuelto a este maldito estado, sin quererlo, sin darme cuenta y no lo entiendo.
La soledad.
Desde pequeña se me advirtió que los amigos no eran para siempre, que "los verdaderos amigos los encontrarás en tu familia", pero qué podía hacer yo si mi familia no me quería?
Cuando apenas había comenzado mi niñez mi hermana le dijo a mis tías de santiago que mis padres me daban todo y a ella no la querían, esto trajo consigo mil repercusiones a mi persona, desde pequeña fui rechazada por mis tías y primas ya que sin saberlo era una "consentida y manipuladora" y qué esperas de una niña de cuatro años que apenas aprende a jugar? bueno, esto se trasladó hasta mi familia del sur, quienes sentían una pena terrible por mi hermana debido a sus escasas habilidades sociales, otra vez fui aislada, ya que yo podía tener amigos y ella no, entonces toda mi familia decidió darle alegría y atención a ella, pues ella estaba solita y yo tenía amigos.
Ya más grande mi familia de santiago seguía rechazandome, yo ya era consiente de esto así que el rechazo era mutuo, ellos me juzgaron y aislaron de maneras muy crueles en mi infancia y ahora para mí ellos no significaban más que malos ratos, ir a santiago era una tortura al ver como ellos llenaban de atención y sonrisas a mi hermana mientras yo me aislaba en un rincón, peleando con mi mamá porque ella no entendía por qué yo no compartía con su hermosa familia.
Por el lado del sur fue un poco distinto, mis primas crecieron y descubrieron que quizás yo no era tan mala, comenzaron a confiar en mi, me volví su diario secreto, su confidente, mientras que mis tíos abuelos, etc. nos trataban de igual a igual, pero siempre sintiendo una enorme lástima por mi pobre hermana que no tenía amigos, mientras que yo (que tampoco lo pasaba tan bien) era una joven descabellada.
Cuando vas creciendo y entras al colegio también se presentan ciertas diferencias, por un lado estaba mi hermana con su trauma escolar y por el otro estaba yo, con mis notas altas y pequeñas formas de destacar en la escuela, otra vez me ví desplazada de la atención ya que podía hacer y lograr mis cosas sola, a diferencia de mi hermana, si bien esto no fue tan traumático, mis padres no hablaban conmigo a no ser que fallara en la escuela, y no fue hasta mi descarrilamiento en enseñanza media (un pololo que mis padres rechazaban por completo) que obtuve "atención", la cual no eran más que gritos y freneticos "me decepcionaste" "eres tan tonta" "mira el daño que le haces a la familia", lo cual tuvo repercusiones en mi autoestima, y por consecuencia, en mis notas, lo cual no los hizo para nada felices y otra vez "los decepcioné"
En todo este tiempo yo tenía mis amigos, amigos que me juraban nunca terminaría nuestra amistad, fueron varios los que me fallaron, de alguna forma me volví una especie de refugio de la gente rechazada, con la negativa de que ellos lograban obtener un lugar en la sociedad y se olvidaban de mi, y así pasó, una y mil veces la gente se acercaba a mi y formabamos una linda amistad, hasta que conocían la "popularidad" y me olvidaban.
Hubo quienes no se fueron, o quizás si, ya no están, fue un proceso lento y doloroso, pero ya no están.
Nadie está, mis primos del sur ya no me hablan porque tenemos ideas distintas del mundo, mi familia de santiago es rara, no me quieren, nunca me querrá, mis padres me detestan porque odian que no sea como la mosca muerta de mi hermana, no tengo amigos.
Lo peor es que ya no puedo hacer amigos nuevos, no puedo confiar en nadie, siempre tengo miedo, no soy quien creen que soy, no me es facil hacer amigos, no me es facil estar sola, pero nadie lo ve, al lado de mi hermana tengo la vida perfecta.
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